COVID-19: determinaron en qué momento de la enfermedad hay más riesgo de transmitir el virus

Los expertos intentan discernir entre el momento en que una persona empieza a ser contagiosa, está recuperada y cuando deja de ser transmisora del virus.

El cúmulo de información científica es confuso. A partir de esta situación: ¿Deberían las autoridades sanitarias reducir o aumentar los tiempos de aislamiento recomendado? ¿Hasta cuándo hacerlo para evitar costos innecesarios a las golpeadas economías? ¿Se compatibiliza con los planes masivos de testeo lanzados?

La revista científica The Lancet acaba de publicar la primera revisión sistemática y un metanálisis que intenta dar luz sobre la duración de la diseminación viral e infecciosidad.

Dos de los aspectos en los que más pesan las dudas respecto a la transmisión del COVID-19 tienen que ver con el tiempo que una persona infectada puede llegar a contagiar, y cuál es el momento de la enfermedad en que hay más riesgo de que esto ocurra.

Para abordar este segundo punto, investigadores llevaron a cabo una revisión de 79 estudios (5340 individuos) sobre el SARS-CoV-2, ocho estudios (1858 individuos) sobre el SARS-CoV y 11 estudios (799 individuos) sobre el MERS-CoV.

En todos los casos, el objetivo fue caracterizar la dinámica de la carga viral, la duración de la eliminación del ARN viral y la eliminación del virus del síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 en varios fluidos corporales, y comparar el SARS-CoV-2, el SARS-CoV, y dinámica viral del coronavirus del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV).

¿Cuál es el momento en el que es más posible contagiar? Los expertos siguen coincidiendo en que dos días antes de que aparezcan los síntomas cinco días después, es cuando es más probable contagiar, según publicó The Lancet.

“En todos los casos, la cinética de la carga viral y la duración de la diseminación viral son determinantes importantes para la transmisión de enfermedades”, detalla el trabajo publicado en la prestigiosa revista científica.

La evidencia de estos datos determinan la duración de la infecciosidad, que es un parámetro crítico para informar las medidas de control efectivas y el modelado de enfermedades, y del cual dependen la decisiones de política sanitaria.

Otra de las conclusiones del análisis de los estudios observados refleja que, incluso en casos leves, “algunos pacientes pueden tardar en eliminar el virus aproximadamente una semana”. Asimismo el sexo masculino también se asoció con la muda prolongada y la asociación siguió siendo significativa incluso cuando los pacientes se estratificaron según la gravedad de la enfermedad.

Todas las derivaciones para conocer la infecciosidad son vitales para responder otra pregunta: ¿Es recomendable realizar alguna prueba a quienes han tenido COVID-19 para asegurarnos de que no contagian o es innecesario?

La respuesta es importante luego de los anuncios de planes de testeo masivos en casi todos los países europeos. Gran Bretaña, Francia, Italia y España han comenzado campañas que incluyen la posibilidad de hacerse pruebas antigénicas en farmacias, escuelas, centros de derivaciones médicos, tiendas comerciales o consultorios odontologicos. Lo mismo se instala en varias ciudades argentinas.

Sin reemplazar a las pruebas PCR, estos dispositivos, aprobados por la OMS, además de ser rápidos y efectivos, son la llave para permitir un certero diagnóstico, rastreo y aislamiento que devuelva “cierta normalidad” antes de que lleguen las vacunas.

Entre otras de las conclusiones más importantes del estudio, algunos pacientes extremadamente enfermos o que tienen un sistema inmune muy débil llegan a mostrar una capacidad de “contagio” del coronavirus hasta durante 20 días.

Para los especialistas, comprender cuándo los pacientes son más infecciosos y la duración de la infecciosidad es de vital importancia para controlar la pandemia de COVID-19.

Con un proceso de desconfinamiento en la mayoría de los países europeos, conscientes que lo peor de la segunda ola pasó, ahora es importante determinar cómo se esquivara el próximo golpe de la pandemia.

Para eso, y de acuerdo al trabajo de The Lancet, “la detección y el aislamiento temprano de casos, y la educación pública sobre el espectro de enfermedades y el período de contagio son clave para la contención efectiva del SARS-CoV-2”.

Sin embargo el esquema de restricciones es heterogéneo. En España se recomienda que las personas infectadas se aíslen durante un mínimo de 10 días desde el comienzo de su enfermedad.

En EEUU el periodo es el mismo y la autoridad sanitaria está considerando recortar y podría anunciar nuevas pautas a lo largo de esta semana. En septiembre, Francia redujo su período de aislamiento de 14 a 7 días, y Alemania está considerando llevarlo a 5 días.

Las pautas señaladas en el estudio sobre los relevamientos para la transmisión del SARS-CoV-2, enfatizan la importancia de la detección temprana de casos y el aislamiento oportuno, así como la educación pública sobre el espectro de enfermedades.

Finalmente muestra que “las prácticas de aislamiento deben iniciarse con el inicio de los primeros síntomas, que pueden incluir síntomas leves y atípicos, síntomas típicos anteriores del COVID-19 como tos y fiebre”. Sin embargo, dados los posibles retrasos en el aislamiento de los pacientes, incluso la estrategia de detección y aislamiento tempranos “podría no ser completamente eficaz para contener el SARS-CoV-2”, recomienda el documento.

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