Dólar: qué efectos tienen las medidas oficiales y por qué seguirá bajo presión las próximas semanas

En las últimas jornadas, se observó un continuo proceso de dolarización de carteras reflejado en fuertes saltos en el CCL, el MEP y el dólar blue, que elevaron la brecha cambiaria a casi el 70%. Ámbito dialogó con varios economistas para analizar por qué ocurre esto y cuáles son las perspectivas a futuro.

Durante las últimas tres semanas, se observó un continuo proceso de dolarización de carteras en el mercado cambiario, reflejado en fuertes saltos en los tipos de cambio implícitos (CCL y MEP) y en el dólar blue, que elevaron la brecha con la cotización mayorista hasta casi el 70%. Ante este incremento en la presión sobre el tipo de cambio oficial, Ámbito dialogó con economistas para analizar por qué ocurre esto y cuáles son las perspectivas a futuro.

La mayoría de las interpretaciones sostiene que las causas de estos saltos son múltiples; el notable incremento de la emisión monetaria para financiar el paquete “anti coronavirus”, las tasas de interés negativas en términos reales, las dificultades en el proceso de reestructuración de la deuda externa y la presión devaluatoria de las monedas emergentes son las más mencionadas.

Con la emisión de dinero difícil de controlar en un atípico contexto, que requiere con urgencia una asistencia importante desde el Estado hacia los sectores más afectados por el aislamiento obligatorio, las claves en el corto plazo pasan a ser el resultado de la negociación por la reestructuración de la deuda externa y la corrección de las tasas de interés para imprimirle atractivo a las inversiones en pesos.

Perspectivas a futuro: ¿alcanzan las medidas oficiales?

La semana pasada, para calmar las expectativas, el Banco Central (BCRA) decidió regular la tasa que pagan los bancos por los plazos fijos y estableció un mínimo del 26,6%, equivalente al 70% de la rentabilidad que las entidades financieras obtienen por las Leliqs.

Adicionalmente, se le restringió la participación de los bancos en el mercado de cauciones con el objetivo de tener efecto en la oferta de crédito en el mercado de bonos “que permite esta maniobra especulativa (para comprar CCL)”, según palabras de Miguel Pesce, presidente de la autoridad monetaria.

Como esta semana las subas no cesaron, la Comisión Nacional de Valores decidió este jueves establecer un límite del 25% para la tenencia de depósitos en moneda extranjera que están en cartera de los Fondos Comunes de Inversión (FCI).

Respecto a esta última medida, Gonzalo Semilla, economista jefe de CREEBBA, dijo que “no tuvo los efectos esperados dado que ya fueron descontados previamente”.

Paralelamente, el directorio del Central dispuso este jueves una suba de la tasa de pases de 11,4% a 15,2%, y decidió que los fondos T+0 no tengan la obligación de contar con encajes, lo que permitirá una mayor remuneración de esos depósitos y, por ende, un menor atractivo a la participación en cauciones.

“Se busca incrementar en el muy corto plazo la oferta de divisas y descomprimir las presiones cambiarias así como premiar mejor las tasas en pesos para que ayude a esa descompresión”, explicó Emilse Córdoba, directora de Bell Bursátil.

Con una mirada pesimista, el analista financiero Christian Buteler opinó que “las medidas del BCRA pueden dar un respiro momentáneo pero no son solución de fondo. Si no cambian las condiciones, no creo que tampoco cambie la tendencia”.

Respecto a las perspectivas a futuro, Fernando Camusso, de Rafaela Capital, aseguró ver “presión cambiaria y fuerte volatilidad hacia adelante debido a la suma de la crisis local, la crisis global y el canje de deuda”.

Para Córdoba “la cuestión de fondo respecto de la evolución del dólar dependerá en mayor medida de la negociación de la deuda, la normalización del comercio internacional y la actividad económica local, y cómo se maneje la absorción del nivel de emisión”.

Reestructuración de la deuda externa

El proceso de renegociación de la deuda pública en moneda extranjera tras la oferta enviada por los representantes argentinos abre un manto de incertidumbre y favorece las inversiones en activos considerados menos riesgosos, como la moneda norteamericana.

Federico Furiase, director de Eco Go advirtió que “si el Gobierno no logra evitar un default de la deuda creo que podría continuar la presión en el dólar CCL y arriesgar mayor inestabilidad nominal”.

Emisión monetaria

La base monetaria creció un 20% desde que comenzó la cuarentena, el 20 de marzo, mientras el gasto público trepó un 70% en dicho período producto de las urgentes necesidades socioeconómicas que provocó la pandemia del Covid-19.

Según el Gobierno, el paquete para combatir la crisis llegará a los $850.000 millones; con nulo acceso al financiamiento externo y una recaudación deteriorada por la caída en la actividad, la emisión de dinero es la principal vía para obtener los recursos para asistir a empresas y hogares.

Casi con unanimidad, los analistas coinciden en que, a pesar de que la emisión es inusitada, es prácticamente la única opción dadas las circunstancias actuales.

“El BCRA está en un dilema muy complicado; si emite fuerte se escapa el dólar de la brecha y con riesgo de acelerar la inflación y si no emite lo necesario arriesga la cadena de pagos y complica la situación de las empresas”, explicó Furiase.

Tasa de interés negativa

Parte del aumento en la cantidad de dinero en la economía se vuelca hacia la compra de dólares en los mercados alternativos al oficial, frente al bajo incentivo para invertir en moneda doméstica.

“Las tasas de interés en pesos habían quedado muy negativas en términos reales y además ya veníamos con una oferta muy acotada de dólares. El mercado busca anticiparse a movimientos de este tipo y factores disparadores de diversa índole se fueron acumulando formando un combo significativo”, aseguró Córdoba.

A pesar de esta corrección, Buteler explicó que “ante una inflación esperada del 50%, quedarse en pesos no es la mejor opción”. “Algunos inversores empiezan a reflejar esto y van a los mercados bursátiles, que no son muy profundos, por lo que, con poco volumen, pueden hacer saltar al dólar”, afirmó.

Por su parte, Camusso sostuvo que la autoridad monetaria debería apelar a la tasa para sacarle presión al dólar, “algo que está haciendo pero muy tenuemente”. “El cepo le permitió al Central bajar tasa sin impacto cambiario inicial pero eso no dura para siempre. Ahora la canilla gotea vía MEP/CCL y la brecha no hace otra cosa que mostrar la devaluación encubierta del oficial. Hay un dólar libre y vale $110. No hay vueltas”, sentenció.

Presión de las monedas emergentes

El “Contado con Liquidación” (CCL) trepó un 25,7% ($22,93) en los últimos 20 días para alcanzar los $112,02, mientras que el dólar Bolsa (o MEP) ascendió en una proporción algo menor hasta los $108,35. Por el contrario, regulado por el BCRA, el tipo de cambio que cotiza en el MULC apenas subió un 2% hacia los $66,43.

En el resto de los países emergentes, las depreciaciones de sus monedas supera a la de la moneda local.

“El real brasileño se devaluó 42% nominalmente en el 2020 mientras que el peso argentino solo lo hizo un 10% (bajo el cambio oficial). Hubo una pérdida de competitividad del 31% con la moneda de nuestro principal socio comercial”, aseveró Camusso.

“El contexto internacional (tasas de interés en 0%, barril del petróleo en niveles bajísimos, actividad económica en plena caída, mercados bursátiles débiles y la prolongación de las cuarentenas) presiona a los tipos de cambio de países emergentes como Brasil y México, que han caído en una proporción mayor a la que tuvo el de Argentina”, concluyó Semilla.

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