El futuro del blue: el mercado espera con cautela nuevas señales sobre el déficit fiscal y las reservas

La llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía y sus primeras medidas renovaron las expectativas y lograron contener las fuertes tensiones cambiarias que caracterizaron a junio y julio.

Las señales concretas sobre un freno a la emisión monetaria tuvieron una respuesta y trajeron un respiro en los dólares paralelos. Sin embargo, aún el mercado se muestra con cautela y espera ver cómo se revertirá la fuerte pérdida de reservas del Banco Central y cómo lograrán achicar el déficit fiscal.

En ese marco, el dólar blue que arrancó la semana a la baja, parece haber encontrado un piso en los $290, ya que presentó leves subas en las jornadas posteriores. Analistas consultados por Ámbito señalan que, si bien hay cierto margen para que la divisa paralela baje un poco más, la cantidad de pesos en circulación y las dudas del mercado sobre la capacidad del Gobierno de cumplir los puntos clave del acuerdo con el FMI pueden presionar nuevamente la cotización del billete informal.

Martín Kalos, director de EPyCA Consultora, señaló que “el dólar blue es un mercado chico, por lo que una demanda con un poco de volumen extra ante una oferta baja puede disparar el precio nuevamente”. Aunque, tras la corrida que tuvo en los últimos meses, consideró: “Ya está en niveles en los cuales podría estabilizarse, porque no hay nuevas combinaciones de variables que lleven al dólar a estos precios. Responde a una oferta y demanda chica que se desajusta rápidamente con volúmenes cortos”.

En esta línea, detalló dos factores que mueven la demanda: “Por un lado, la inflación y su correlación con las herramientas de ahorro e inversión que puede haber, ya sea que la tasa de interés se perciba como positiva o qué tasa de devaluación se espera a futuro. Y, por otro lado, la cantidad de dinero que haya en la economía. La fuerte emisión del primer semestre presionó la demanda de dólares paralelos. Si se logra un esquema más racional en torno de la política monetaria y cambiaria, las presiones podrían menguar, pero esos pesos aún están en circulación”.

Julián Grancharoff, economista miembro del OCEPP, señaló que “es importante diferenciar la foto de la película”. “Al mirar la foto vemos una brecha cambiaria que aún supera el 100%, reservas en mínimos y una inflación corriendo al 90% anual. Sin embargo, al mirar la película vemos un freno importante a la tendencia negativa que se desencadenó luego de la renuncia de Martín Guzmán, donde los dólares financieros no tenían techo y el BCRA no paraba de perder divisas. Si bien en esta dinámica fue importante el contexto internacional, fue clave cierto ordenamiento de la política interna que dio algo de certidumbre de corto plazo”.

En este sentido, agregó: “Hacia adelante, es clave calmar las expectativas devaluatorias, generar consistencia macro y mantener las tasas reales positivas en el corto y largo plazo para evitar posicionamientos en moneda extranjera. También va a ayudar cuando caigan las importaciones de energía por motivos estacionales. Y, en el mediano plazo va a ser determinante lo que suceda en el plano internacional con las tasas de interés y con el precio de los commodities”.

Por su parte, Roberto Geretto, portfolio manager en CMF, auguró la posibilidad de una estabilización en los valores actuales del blue ya que las subas de tasas ayudan, pero advirtió que no será por mucho tiempo. “En términos históricos $290 es una cotización alta, sin embargo, la alta inflación e incertidumbre perjudican para que el dólar blue encuentre un techo. Por lo que van ser claves las medidas que el gobierno pueda realizar para recomponer reservas y bajar el déficit según lo acordado con el FMI”, dijo.

Coincidió el analista financiero Christian Buteler: “Todo dependerá de las señales y medidas del Gobierno. La intención de detener la emisión de pesos y las fuertes subas de tasas de interés van en ese sentido, pero el mercado pide más hechos concretos. El blue puede bajar algo más, ya que cayó de $350 a $290, pero el salto lo empezó en $210. Es decir que hay margen para que las brechas cambiarias vuelvan al 70%”.

Fuente: Ambito

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