En cuarentena, piden que se cubran terapias de niños con autismo

Profesionales atienden pedidos de los padres por videollamada.

Especialistas advierten la necesaria atención de pacientes psicológicos en medio de la cuarentena obligatoria. “Todo lo que es salud mental en un contexto de encierro es fundamental”, indicó la psicóloga Rosana Fernández.

Pero entre los pacientes en tratamiento psicológico, un grupo demanda con suma urgencia un acompañamiento terapéutico: los niños con autismo. Sin embargo, según indicaron psicólogas, las obras sociales se niegan a cubrir las atenciones que se hacen virtualmente.

“Estamos desbordados, se nos quemaron los papeles”, advierte Luis González. Su hijo, Joao, tiene 10 años, fue diagnosticado con autismo desde muy pequeño. Cuando se enteró, hace algunos años, no había organizaciones de ayuda, por lo que tomó la decisión de reunir y coordinar a los padres que como él, no sabían cómo actuar. Coordinación que en plena crisis por la cuarentena, se sostiene con mayor fuerza mediante WhatsApp. “Si a nosotros nos cuesta estar en cuarentena, a ellos muchísimo más”, advirtió.

La psicóloga Rosana Fernández trabaja hace 20 años con chicos que padecen autismo. “Los niños con autismo necesitan que se maneje su rutina. La familia tiene que tener cierto orden porque son niños que suelen desestabilizarse muy rápido y de un día para el otro se interrumpieron terapias”, advirtió.

Esa interrupción de rutina acompañado del encierro, llevan a crisis que en los casos más graves llegan a autolesiones. Los episodios “duran entre 45 minutos y 2 horas”, indicó Luis, presidente de la Asociación de Padres con Autismo, integrada por cerca de 85 padres y madres. Hace cálculos y asegura que según los índices “hay un niño con TEA cada 50. Entonces en Salta hay casi 30 mil familias con niños que padecen autismo”.

Días largos

“Nuestros días tienen 30 horas” cuenta, y explica que esos superdías los transitan con múltiples tareas, haciendo de payasos, maestros, psicólogos, intentando contener a los hiperactivos, y a los que ante la desesperación del encierro, intentan escapar de sus casas. “Algunos tienen alto coeficiente intelectual por lo que necesitan actividades especiales”, indicó.

Los padres se arriesgan y circulan con el Carné Único de Discapacidad. “En un principio, el decreto decía que podían salir dos horas diarias y luego se anuló, los niños que viven en departamento bajan a espacios comunes. Pero hay algunos niños que se lesionan y entonces se los saca un ratito a la calle”, señaló la psicóloga.

Algunos niños sufren, además, de trastornos alimentarios, por lo que el desabastecimiento y la especulación de precios también los tiene de rehenes.

Por medio de grupos de WhatsApp, los padres comparten las actividades que las psicopedagogas les envían y las adecuan según las edades. En el dique de contención que intentan ser, muchos de ellos se quiebran. “Además tenemos otros hijos que descuidamos”, advierte Luis.

Por lo que recurren a las profesionales a toda hora, mediante mensajes o videollamadas. “Me tengo que sacar el sombrero con los profesionales porque les robamos tiempo y ellos están aunque no están cobrando las consultas. Podrían recluirse y apagar el teléfono y quedarse con sus chicos. Pero nos mandan más actividades que las maestras de grado”, resaltó.

“Estamos trabajando el doble porque esto requiere el doble de esfuerzo y no solo tratamos al paciente, sino a todo el grupo familiar”, aseveró Rosana, quien indicó que las obras sociales dijeron que suspendían la cobertura de las sesiones mientras durara la cuarentena.

La negación de la cobertura de tratamientos psicológicos en los últimos días tuvo alcance nacional. Mediante la plataforma Change.org se juntan firmas para pedirle a una prepaga que no deje sin cobertura los tratamientos psicológicos que se realizan de forma virtual.

“A nosotros nos aprueban los tratamientos anuales. La Superintendencia de Salud les reintegra todo el dinero por discapacidad a las obras sociales, no es que salga de sus bolsillos”, explicó la especialista en salud mental. Los diferentes profesionales mantienen conversaciones y se organizan a nivel nacional para presentar un amparo.

“Los trabajadores de la salud no entramos en ninguno de los planes del Gobierno. Es como hacer teletrabajo y que te digan que no te van a pagar el sueldo”, advirtió al mismo tiempo que pidió que los colegios que los representan intercedan. “Yo tengo que pagar de todos modos el alquiler de mi con sultorio”, resaltó preocupada.

Piden paciencia

Viviana Bazán es presidenta del Colegio de Psicopedagogos de Salta y pidió “paciencia” e indicó que hay una “zona gris” en la que aún no se dijo qué no se cubrirá. “Aunque tampoco se dijo que sí”, reconoció. “Hay mucha información y no sabemos cuál es la verdadera”, agregó.
Bazán reconoció que muchas colegas siguen trabajando y les pidió que no corten los tratamientos. 
“Llegado el momento veremos cómo se puede pelear esto. Seguramente van a pedir pruebas de que estuvimos trabajando. Hay que esperar que la Superintendencia informe. Tengo fe a las autoridades ”, indicó.

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