Las medidas extremas de higiene que se implementaron, disminuyeron los casos en relación al mismo periodo del año pasado.
La aparición del COVID-19 cambió la vida de todos en el mundo, principalmente en lo relacionado a las medidas de higiene, protección y asilamiento obligatorio que fueron dispuestos en casi todos los países. En Argentina, en donde la circulación viral es menor, los efectos fueron positivos.
Así lo especificó el médico especialista en medicina preventiva, Diego Martinelli, quien aseguró que uno de los beneficios del coronavirus fue la disminución de los casos de gripe, en comparación al mismo periodo del año pasado; y avizoró que a fin de año, la tasa de mortalidad será casi nula.
Aclaró que si todos los años se tomarían las mismas medidas de prevención, no habría contagios porque esta enfermedad se transmite de la misma manera que el COVID-19. Explicó que no solo la higiene sino también el aumento de dosis de la vacunación antigripal, hicieron que los números cayeran.
El doctor dijo que las medidas extremas que tomó el Gobierno, provocó que la Argentina tenga una baja tasa de mortalidad de coronavirus ya que los enfermos crónicos y adultos mayores, estuvieron protegidos a diferencia de países como España, Italia o Estados Unidos.
Confirmó que el virus ya no circula en nuestro territorio, por ello creyó necesario retomar las actividades diarias, siempre y cuando se continúe usando el tapaboca, alcohol en gel y respetando las distancias correspondientes. Además dijo que es imprescindible que los seres humanos vuelvan a tener relación con el ambiente, el sol, el aire y la tierra, para fortalecer el sistema inmune.
