En plena cuarentena, la diva conoció a un hombre que la tiene de lo más entretenida… a la distancia, ¡obvio!
Si al final de la cuarentena obligatoria se otorgaran premios, a Graciela Alfano sin lugar a dudas le valdría una distinción. Porque la diva logró conocer, en medio del aislamiento, a un posible “candidato”.
¿Quién? Un vecino que la diva describió como “impecable” y que divisó un día en el que se asomó al balcón. Empezaron a hablar y ya llevan varios días de charla. El relato que sigue parece el guión de una película de Hollywood, ya que la diva contó que descubrió al señor cuando su perro Berni ladró al notar que había alguien en el balcón lindero.

“Estaba en chancletas como cualquier señora, porque de diva trabajo pero cuando estoy en casa me visto como cualquiera”, arrancó Graciela en diálogo con Hay que ver, programa que emite El Nueve.
“Salí enchancletada, horrible, y de repente encontré a un señor flaco, alto, canoso, impecable, pantalón blanco, camisa celeste… Dije: ‘¡Tierra trágame!’. Y me fui para atrás de inmediato. Entré al baño, busqué los maquillajes que por la cuarentena estaban tirados en cualquier lado y me maquillé rápido”, detalló. Y agregó que, recién ahí, toda divina, volvió a salir haciéndose “la diosa”.
“YO SALÍ ENCHANCLETADA, HORRIBLE, Y DE REPENTE ENCONTRÉ UN SEÑOR FLACO, ALTO, CANOSO, IMPECABLE… DIJE: ‘¡TIERRA TRAGAME!’. Y ME FUI PARA ATRÁS DE INMEDIATO”.
“Ahí sí, medio lo beboteé y le dije: ‘Hola, disculpame, pero mi perro no es mala onda’. Y empezamos a hablar”, avanzó Alfano. ¿Cómo siguió? La actriz contó que lo primero que hizo fue averiguar si el hombre estaba en pareja y, al enterarse de que estaba solo, le tiró “un centro”: “Yo me quise hacer la canchera y le ofrecí que, si necesitaba algo rico, yo se lo preparaba y se lo pasaba por el balcón”.
Eso sí, Graciela contó que, de aceptar su ofrecimiento, se vería en problemas, porque admitió que es “un mamarracho con la cocina”. Pero nada es excusa para este incipiente romance a la distancia: la diva ya estaría en campaña para conseguirse un buen delivery si se diera el caso.

¿Y cómo se da la dinámica de esta danza seductora en pleno aislamiento? Con Berni como señuelo. “Yo espero que mi perrito empiece a ladrar: ahí me doy cuenta de que está él y salgo”, reveló Gra. Y agregó que ya están en contacto vía WhatsApp e incluso que hacen videollamadas para las que dijo que acondiciona su habitación “con todos los almohadones más lindos”.
Por ahora, Graciela aclaró que sólo le manda “cosas insinuantes”: “Tengo miedo de que me hackeen el teléfono si quiero mandar algo un poco más erótico y que me escrachen en todos los portales”.
“YO ESPERO QUE MI PERRITO EMPIECE A LADRAR: AHÍ ME DOY CUENTA QUE ESTÁ ÉL Y SALGO”.
La artista está de lo más entretenida con este flirteo de balcón a balcón que la motiva a pasar los días encerrada en su casa. “Lo interesante de esto es que nos mantiene con ganas y encontramos un objetivo para pasar mejor la cuarentena”, afirmó.
“Cuando esto termine, me gustaría que me invite a comer afuera. Ahí ves lo que el tipo quiere gastar, cómo te trata y esas cosas. Ves si es divertido, creativo. Y si de pronto ves que no era lo que pensabas, podés huir de inmediato”, deslizó sobre un futuro.
¿Se dará?