Guzmán adelantó una quita importante para los bonistas

El ministro concurrió ayer a Diputados para referirse a la negociación con los acreedores.Señaló además que el país se tiene que quitar de encima una deuda que asfixia.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, admitió ayer que la renegociación de la deuda provocará “frustración” entre los bonistas al anticipar una quita importante que la haga “sostenible” y aseguró que el FMI “también es responsable de la crisis económica” que atraviesa el país.

Así lo dijo al exponer en la Cámara de Diputados, donde consideró que la Argentina “se tiene que quitar de encima el peso de una deuda que asfixia” para volver a crecer y más allá de la crítica situación señaló que el Gobierno tiene “el control de la situación”.

“Hay una voluntad firme de pagar la deuda, el problema es que no hay capacidad para hacerlo. Para poder pagar la deuda Argentina tiene que crecer”, sostuvo durante la sesión informativa especial.

En medio de su discurso, que duró una hora exacta, evaluó que en el proceso de crisis de deuda que afronta el país las “responsabilidades” son compartidas entre el Estado argentino, los bonistas que invirtieron con una tasa alta “por si la cosa iba mal”, y también el FMI.

“El país padece una carga de deuda insostenible que pisa el crecimiento y que de no resolverse profundizará el descalabro económico”, alertó.

“La misión que me encomienda el presidente no es solo resolver una crisis de deuda de forma aislada sino resolverlo de una manera que siente las condiciones para un proceso de desarrollo sustentable por el cual Argentina se ponga de pie y crezca en el tiempo”, definió.

Si bien mantuvo un tono sereno y no confrontativo, Guzmán no soslayó críticas hacia el Gobierno de parte de Cambiemos: dijo, por caso, que la crisis de deuda que atraviesa la economía “es consecuencia de que hubo un esquema económico que en cierto momento generó optimismo en los mercados internacionales”, pero que a partir de abril del 2018 se demostró que “estuvo lejos de ser exitoso”.

El ministro recordó que en abril de 2016 Argentina volvió al mercado de créditos internacionales y “hubo euforia” basada en la idea de que aquel cambio “iba a generar una dinámica virtuosa” a partir de una “lluvia de inversiones” que luego permitiría pagar la deuda.

“Vinieron inversiones especulativas y deuda pero nunca llegaron las inversiones productivas”, denunció Guzmán, que analizó que la economía ingresó en una secuencia de “caída libre” a partir de abril de 2018.

“El programa anterior no ayudó a estabilizar, no se cumplieron los objetivos, pero sí las premisas. Hizo todo lo que decía el programa: austeridad fiscal y contracción monetaria, bajo la idea de que eso iba a generar una restauración de la confianza. La premisa era de que iba a haber un shock de confianza”, rememoró, tras lo cual dio evidencias de lo fallidos que resultaron tales pronósticos.

En este marco, Guzmán precisó que su gestión trabaja en un esquema que ponga “el modelo productivo en el centro, que sí sea capaz de generar capacidad productiva que eventualmente le permita al país cumplir los compromisos con los acreedores pero sobre todo los compromisos con la sociedad”. En otro orden, anunció que para 2020 el Gobierno no plantea una “reducción del déficit fiscal primario” dado que no sería compatible con la prioridad de corto plazo que es “expandir la demanda” interna. “No es un año en que se achique el déficit fiscal primario”, confirmó el economista, y agregó: “No hay peor opción que la austeridad fiscal en una recesión. Cualquier otra alternativa es menos mala”.

En esta línea, sostuvo que “un escenario alcanzable, factible y más realista implica alcanzar el equilibrio fiscal en 2023 y converger unos años después a un superávit fiscal primario entre 0,6 y 0,8 del PBI”.

En tanto, subrayó que se encaró una estrategia de reducción de la tasa de interés, que a fines de 2015 estaba en el orden del 63% y que ahora descendió al 48%.

Dejá una respuesta