La crisis política y social vuelve a impactar en el gabinete de Alberto Fernández

 Las aguas vuelven a ponerse turbias en el FdT y la suerte de dos ministros pende de un hilo.Claudio Moroni, de Trabajo, y Juan Zabaleta caerían bajo el peso de los tuits de Cristina.

La compleja situación socioeconómica del país impacta de nuevo en el ala política del Gobierno. El gabinete nacional vuelve a crujir frente a una serie de problemas -aparentemente sin solución rápida- como la pobreza y la exclusión social, la crisis de los neumáticos, los piqueteros que amenazan con sitiar Buenos Aires, sumados a la toma de los colegios y la pérdida, una vez más, del poder adquisitivo de los salarios frente al todopoderoso e imbatible costo de vida.

Los rumores ya están lanzados y apuntan a la salida de -al menos- dos ministros del gabinete nacional: Claudio Moroni de Trabajo y Juan “Juanchi” Zabaleta de Desarrollo Social. Con la posibilidad de su regreso a Hurlingham siempre latente, Zabaleta padece el asedio que sufrió su antecesor, Daniel Arroyo, con movimientos sociales afines al kirchnerismo en modo beligerante. Por eso se habla del desembarco de Victoria Tolosa Paz, exfuncionaria de ese ministerio.

Moroni también está bajo fuego y en el albertismo sospechan de una mano negra del kirchnerismo en los conflictos de los neumáticos y del paro nacional de ATE días antes de las paritarias. Los rumores indican que si el ministro de Trabajo no logra resolver la pelea con los trabajadores de neumáticos en las próximas horas, sentenciará su salida.

Quedó claro que la frágil tregua que se vivía en el seno del Frente de Todos se rompió en las últimas horas con un elemento ya conocido por su eficacia y su poder de daño: los tuits de Cristina Fernández. “Las empresas alimentarias han aumentado muy fuerte sus márgenes de rentabilidad”, escribió Cristina Kirchner en una catarata de tuits que se produjeron luego de que el INDEC publicara que la pobreza fue del 36,5% en el primer semestre del 2022, y la indigencia del 8,8%. Para la vicepresidenta, estos números “evidencian el impacto del fuerte aumento en los precios de los alimentos”.

La opinión de Cristina no quedó ahí, sino que pidió “una política de intervención más precisa y efectiva en el sector y, al mismo tiempo, diseñar un instrumento que refuerce la seguridad alimentaria en materia de indigencia”. Esta última apreciación es la que más incertidumbre generó en el sector de alimentos, mientras que puertas adentro del Gobierno fue la primera intervención de la titular del Senado en la gestión de Sergio Massa en el Ministerio de Economía.

Lo cierto es que las declaraciones de Cristina Kirchner apuntan a los precios de alimentos, que saltaron 2,8% en la tercera semana de septiembre y se acercan al 8% en lo que va del mes. Se trata de una aceleración fuerte y la mayor variación semanal desde fines de marzo. En el sector empresario hay quienes aseguraron que las declaraciones de la vicepresidenta generaron miedo porque no saben “si es una declaración fortuita o es parte de un plan para congelar precios”. El rubro de alimentos acumula un alza promedio de 7,7% en las últimas cuatro semanas y la escalada llega a 8,6% punta a punta en el período. Los datos surgen del relevamiento semanal de la consultora LCG, que mide 8000 alimentos en cinco cadenas comerciales. Este tema entra en debate en medio de las negociaciones de las empresas alimenticias con la Secretaría de Comercio por la renovación del Programa de Precios Cuidados.

Twits y cruces

El secretario de Programación Económica, Gabriel Rubinstein, cruzó ayer a la vicepresidenta por sus declaraciones, defendió a la industria de la alimentación y responsabilizó al propio gobierno de la situación económica que vive el país. “Hasta que no logremos la unificación cambiaria, habrá cierto desorden y márgenes empresariales más altos que los normales. Pero unificar el mercado de cambios, sin robusto superávit fiscal primario, y casi sin reservas, luce demasiado riesgoso”, indicó en Twitter el viceministro de Massa.

fuente: El Tribuno

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