La oposición propuso a CFK sesionar con un sistema mixto

Cristina pidió estar sola en el recinto, pero jefes de bloque retrucaron el plan de sesión remota.

El interbloque de senadores nacionales de Juntos por el Cambio presentó ayer una contrapropuesta para avanzar con un “sistema mixto” de sesiones en la Cámara Alta con presencia de jefes de bloque en el recinto, luego de que la vicepresidenta Cristina Kirchner presentara un plan de sesión totalmente remota.

La bancada que integran la UCR y el PRO, junto con el Interbloque Federal de Juan Carlos Romero, propusieron que “se habilite un sistema mixto” que combine “la participación remota de una mayoría de miembros, con la presencia en el recinto de la autoridades y un máximo de 15 senadores” o con las “autoridades y presidentes de bloque o quien ellos designen”.

Se trata de una contrapropuesta a la que presentó la presidenta del Senado el pasado martes, que consiste en que ella esté en el recinto junto a los secretarios de la Cámara y los legisladores se conecten por videoconferencia desde organismos oficiales como legislaturas, concejos deliberantes y edificios provinciales y municipales.

“En todos los casos se deberán respetar las medidas de distanciamiento social y demás recomendaciones sanitarias”, aclararon los senadores opositores, respecto de la presencia en el recinto.

El modelo que plantea la oposición y que fue enviado a la vicepresidenta es más parecido al que acordaron el Frente de Todos y Juntos por el Cambio en la Cámara de Diputados, incluido en lo que se refiere a la ubicación de los legisladores que no asistan al recinto.

La oposición pidió que los senadores puedan conectarse “desde su domicilio particular si las condiciones de conectividad lo permiten”, así como desde su despacho en el Senado, y no solo desde organismos oficiales, como propuso la presidenta del Senado.

Además, consideraron que se debe “acotar la agenda parlamentaria para esta modalidad de funcionamiento, limitándola exclusivamente a iniciativas legislativas vinculadas a la emergencia y por un plazo máximo de 60 días, que podrá ser prorrogado de continuar las actuales circunstancias sanitarias, previo acuerdo político de los bloques parlamentarios”.

También señalaron que “la lista de oradores y tiempos de uso de la palabra debe ajustarse a lo establecido en el reglamento, salvo acuerdo en contrario en el Plenario de Labor Parlamentaria”, con lo que marcaron otra diferencia frente a la propuesta que envió el oficialismo.

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