La pandemia no lo dejó retirarse y lo llevó de la cancha al consultorio

Emiliano Saravia quería volver a jugar al rugby para tener una despedida como todo jugador anhela, en la cancha. Su profesión de médico le puso una pausa al deportista del Jockey Club que también jugó para Salta. 

Su caso es el de muchos. Tenía planes, como todos, pero la pandemia le cambió el rumbo. Emiliano Saravia, como tantos otros deportistas, había proyectado volver al rugby y retirarse este año. Iba a colgar los botines luego de haberle entregado todo no solo al Jockey Club sino también al seleccionado salteño de mayores, Los Mayuatos. Pero tuvo que cambiar la cancha por un consultorio, donde por estas horas se centra la atención general, a raíz del coronavirus.
Además de contar su propia historia, Emiliano relató cómo afectó el aislamiento social en el club albirrojo y dejó un panorama de lo que podría suceder cuando todo esto acabe.
Con casi 40 años (los cumple mañana), juega desde los 5 y llevó toda una vida con la ovalada. Fue de categoría en categoría y en el 2009 comenzó a defender a Salta, con el seleccionado de la Unión de Rugby local (también se desempeñó en el Tala de Córdoba y en el U-19 cordobés). 
Emiliano jugó su último partido a principios del año pasado y una lesión lo alejó del campo. Quería ponerse la roja y blanca un tiempo más para luego decir adiós en la cancha. “El coronavirus no me va a retirar”. dijo entre risas. “Yo voy a volver a jugar y después voy a colgar los botines”, prometió.

Emiliano Saravia (parado, el segundo de la derecha) jugó muchos años en el primer equipo del Jockey Club.
Saravia no llegó a tener la fama ni la carrera del Chipi Juan Figallo, con quien compartió mucho tiempo en el club, incluso cuando lo visitó en el Mundial de Japón en octubre pasado, porque su doble pasión lo llevó a la medicina. Y hoy, en lugar de estar pensando en sus últimos partidos, convive con una profesión comparada con la de los héroes. 
“Es difícil, angustiante, tengos hijos chicos y es complicado. Cuando vuelvo a casa dejo la ropa afuera, luego me lavo las manos, me baño y me cambio. Ese es mi protocolo”, contó Emiliano, cuya especialización es traumatología y columna, pero convive a diario en el hospital San Bernardo con médicos y enfermeros. “Ahora solo se opera casos urgentes. Y si tengo que operar a alguien con coronavirus lo haría sin dudar”, expresó el profesional, que juega de pilar y además es miembro de la comisión directiva del Jockey. 
“Las medidas que se tomaron en Salta fueron correctas, solo el aislamiento podía prevenir el pico de contagios. En los hospitales se cumplen las medidas, acá hay buenos profesionales y la gente por lo general se volvió solidaria, eso sirvió bastante”, analizó Saravia en cuanto a la pandemia y la cuarentena local. 
Por otro lado, también relató cómo se dio el parate en el club, desde que se dictó el aislamiento obligatorio con el decreto nacional. “El viernes anterior habían comenzado a entrenar las inferiores en el complejo de Las Costas, pero nosotros como comisión ya teníamos una idea de lo que iba a suceder”. Luego contó que el plantel de Primera estaba listo para entrar a competir. Es que el equipo superior y de intermedia del club había iniciado la pretemporada en los primeros días de enero. Luego, para comenzar a tomar ritmo, participó en el Inter-Jockey, un certamen que cruza a los clubes homónimos de Tucumán, Córdoba, Rosario y Salta. A propósito, la próxima edición se llevará a cabo en la sede de Limache con el jockey salteño de anfitrión, siempre y cuando el coronavirus lo permita.

Emiliano también corrió la media maratón de Nueva York en 2019.
En cuanto a la vuelta del rugby, Saravia no quiso pronosticar nada y evitó opinar sobre lo que sucederá con relación al Torneo Regional del NOA, que luego de los conflictos solucionados a principio de año, se vio imposibilitado de iniciar su temporada. 
“Todavía no tenemos protocolos porque nadie sabe qué va a pasar. En Salta se sigue repatriando gente y esa gente tiene que hacer los 14 días de cuarentena y van a seguir entrando”, aseguró.    
“Siempre vamos a priorizar la salud, porque es lo más importante. Si no hay salud, no hay deporte, no hay nada”, reflexionó Emiliano, quien también sabe de maratones, como la que corrió el año pasado en Nueva York. Por lo pronto, espera que la pesadilla de la pan    demia acabe, volver a jugar y retirarse como siempre lo imaginó.   

Dejá una respuesta