Salta fue el segundo distrito con más paros el año pasado

Hubo 15 días de huelga de docentes en la provincia. La primera fue Chubut, con 88.

Mientras aún no se define la pulseada salarial entre los docentes autoconvocados y el Gobierno provincial, un informe publicado el lunes por el observatorio Argentinos por la Educación vino a refrescar lo que está en juego en estos conflictos: la exclusión del derecho al conocimiento de miles de alumnos y alumnas de escuelas públicas en un mundo que cada vez exige más preparación. De acuerdo a ese estudio, Salta fue el segundo distrito del país donde más pérdida de días de clases hubo durante el año pasado.

En 2019 se registraron 15 jornadas de huelga docente en la provincia, según el relevamiento de la prestigiosa organización. Chubut tuvo el mayor nivel de conflictividad en el período anterior con el extremo de casi 13 semanas de paro. En el resto de las jurisdicciones, las aulas estuvieron vacías por reclamos salariales en un total promedio de cinco días.

Los docentes salteños, por encima de la devaluada dirigencia sindical que los representa, obtuvieron el año pasado uno de los mejores acuerdos salariales del país por medio de una cláusula que actualizaba sus sueldos en la misma medida que subía la inflación. Ese logro, por cierto justo para ese sector de trabajadores estatales, se hizo gracias al sacrificio, no voluntario, de la razón de ser del sistema educativo: los alumnos, quienes fueron utilizados, una vez más, como moneda de extorsión.

A todo esto, no se debe olvidar que las medidas de fuerza de los educadores se convocaron siempre por cuestiones salariales. No se recuerda un paro docente en pedido de mejoras en la infraestructura escolar, como bien podría ocurrir ahora con varias escuelas en estado deplorable, o, por ejemplo, para reclamar un mejor sistema de transporte para los estudiantes, entre otras tantas cosas que podrían dar un salto de calidad a la educación. Esos son temas secundarios, y muchas veces soslayados, cada vez que se negocian las condiciones laborales de los maestros.

Aún con el éxito de haber conseguido la actualización de los haberes junto al índice de precios que publica todos los meses el Indec (medida que no tuvo continuidad este año), los ingresos de los docentes salteños son paupérrimos, y eso que se dijo que están entre los mejores de la región. El mes pasado, un maestro de grado que recién inicia cobró un sueldo de bolsillo de $21.817. Mientras que un docente con el mismo cargo y 15 años de antigedad recibió $37.699, todavía sin llegar a lo que estableció también el Indec como límite de la pobreza en enero, que fue de $40.373 para una familia de cuatro integrantes.

En el estudio de Argentinos por la Educación se menciona el deterioro “de la imagen institucional en las escuelas donde estas medidas de fuerza ocurren”. En esa línea, se marca como uno de los efectos de los constantes paros el “aumento en la asistencia a colegios privados en niños con mayor exposición a huelgas docentes”.

Casi tres años con aulas vacías

En Salta, el promedio anual de paros docentes entre 1983 y 2019 fue 13 días. En el período democrático, la provincia lleva acumulados 490 días de paro, equivalentes a 2,7 años escolares, según se dio a conocer en el último informe del observatorio Argentinos por la Educación. 
“De los últimos 37 años, 6 años fueron de alta conflictividad (un mes o más de paro), y en 5 años no hubo días de paro docente. En 2019 hubo 15 días de huelga”, señala el relevamiento con respecto a la provincia.
El promedio más alto de días de paro desde la vuelta de la Democracia es el de Chubut (17 días), seguido de Santa Cruz y Neuquén (16 días cada una). Luego figuran Tucumán, Río Negro y Jujuy, con 15 días anuales. 
En el otro extremo se encuentra Formosa y La Pampa. Son las que tuvieron menor conflictividad en los últimos 37 años: han tenido un promedio de 6 días de paro anuales desde 1983.

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