Se filtraron los chats entre los hijos de Maradona y los médicos que lo atendían

Cuatro hijos de Diego, el psicólogo y la psiquiatra que atendieron al Diez tenían un grupo de WhatsApp. Los diálogos están en la Justicia.

Como conclusión, creo que deberíamos pensar en conseguir un clínico DE CABECERA”, escribió en un grupo de WhatsApp Dalma Maradona a las 11.40 del 14 de este mes, cuando su padre, DIEGO MARADONA, llevaba tres días en la casa del barrio San Andrés, en Benavídez, en Tigre, después de haber sido operado de un “hematoma subdural”. Sus interlocutores eran su hermana Gianinna, su hermano italiano Diego y la psiquiatra Agustina Cosachov, que atendió al astro de fútbol mundial en el último tiempo.

Poco después de ese chat de Dalma, Diego Junior preguntó si el nuevo médico “caminará con Leopoldo Luque”, el neurocirujano que atendía a Maradona desde hacía cuatro años y que el 3 de noviembre había operado al astro. La primogénita de Maradona respondió: “Leopoldo es neurocirujano y de lo que estamos hablando es de un médico clínico de cabecera”.

En parte de la conversación virtual, Cosachov -que en la causa donde se investiga las circunstancias que rodearon a la muerte de Maradona declaró como testigo- preguntó si querían que ella contactara al clínico y propuso a alguien que también era especialista en toxicología y que había visto a Diego antes de la internación. A eso, Gianinna respondió: “Yo me voy a poner a investigar”. En los chats también se comentó que el exfutbolista, de 60 años, solo pedía “más privacidad”.

Las capturas de pantalla fueron reveladas por el programa Intrusos, de América TV, y de ahí se desprende la preocupación de Dalma por instalar a un médico clínico en el seguimiento de la salud de su padre.

Ese intercambio, sumado a otros elementos, permite avizorar el meollo de la preocupación de los herederos del mítico capitán de la Selección: cómo cuidar a Maradona en la convalecencia tras la operación y en vistas a los problemas de base que complicaban su salud, con qué y cuántos recursos hacerlos y, especialmente, quién estaría profesionalmente a la cabeza de esos esfuerzos. La sospecha de que pudo haber habido una negligencia en ese cuidado especial que el Diez requería (dados su cuadro coyuntural y sus antecedentes) es, justamente, el eje de la investigación por presunto homicidio culposo que está a cargo de la fiscal de Benavídez Laura Capra y de los fiscales generales adjuntos de San Isidro, Patricio Ferrari y Cosme Iribarren.

La decisión de formar un equipo especial de investigadores fue tomada por el fiscal general de San Isidro, John Broyad, poco después de que conociera la conmocionante muerte de Maradona, el miércoles pasado.

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