Tres de cada 10 chicos no accedieron a la educación virtual en Salta.
Nueve meses sin clases presenciales en Salta, 180 días que equivalen a las 720 horas establecidas como mínimas por ley. Según un informe nacional, 9 de cada 10 estudiantes del sector privado cuentan con wifi en el hogar mientras que en el sector estatal son solo 6 de cada 10. En la Provincia el panorama es más complejo y alarmante todavía, debido a que existen lugares en la ruralidad que no tienen internet ni tampoco nunca recibieron las cartillas enviadas por Nación. En un año difícil nunca se vislumbró un plan.
En marzo pasado hay chicos que tuvieron dos semanas de clases, en el mejor de los casos, porque el ciclo escolar arrancó con paro docente, y cuando se declaró la cuarentena por la pandemia del coronavirus, muchos estudiantes de las escuelas públicas no habían llegado a conocer a sus maestras o profesores, incluso hasta ahora muchos terminan el año sin conocerlos.
El mismo ministro de Educación de Salta, Matías Cánepa, señaló que el 30 por ciento de los alumnos secundarios tuvo dificultades de acceso a la educación virtual, esto significa que se contactaron pocas veces con la escuela o no se contactaron nunca.
Según el informe estadístico 2019 disponible en la página del Ministerio de Educación de la Provincia, la matrícula escolar general del sistema estatal y privado el año pasado fue de 476.535, de los que 155.045 cursaron la secundaria común y técnica, por lo que serían 46.513 los chicos que se alejaron de la escuela y no 30.000 de acuerdo a lo señalado por Matías Cánepa.
Por otra parte, no se dio una estimación general de la cantidad de niños, jóvenes y adultos que no aprendieron contenidos ni realizaron tareas durante 2020, tanto en la educación obligatoria (inicial, primaria, secundaria y técnica) como en la no obligatoria (nivel superior y formación profesional), aunque hace algunos meses también se había barajado en un 30%.
Después de seis meses (en septiembre) recién se habló de salir a buscar casa por casa a 6.000 alumnos del último año de la secundaria (50 por ciento del total) dado que son los chicos que se van del sistema, pero el año lectivo se fue y la idea original nunca llegó a concretarse por la evidente falta de organización de los responsables de la cartera educativa.
Este año nadie repetirá el año porque la finalización del curso se extiende hasta el próximo. La polémica por la promoción fue un tema. El asunto es que los años 2020 y 2021 conformarán una unidad pedagógica y curricular. Es decir, que los contenidos y metas previstas para los dos grados o años serán reorganizados (Núcleos de Aprendizaje Prioritarios) y abordados como un bloque. Las actividades escolares 2020 finalizan el 31 de marzo.
Cada escuela es un mundo, al igual que cada aula. El 25 de noviembre se abrieron los establecimientos para trámites administrativos y consultas de los alumnos del quinto o sexto año, pero bastante limitadas por lo que no garantiza la revinculación de todos los que no se conectaron. El ministerio autorizó evaluaciones presenciales para los que adeudan materias, pero lo cierto es que la mayoría de las instituciones las está haciendo de forma virtual. Desigualdad educativa, crisis educativa, brecha tecnológica, pobreza. Estas palabras sintetizan un año imposible de recuperar para muchos especialistas. Oficialmente se remarca todo el tiempo el gran esfuerzo que tuvieron que hacer los docentes y las familias para acompañar a sus hijos y aprender a manejarse a través de la tecnología, sin embargo nada suple la presencialidad. Hay padres (de la comunidad Familias por la Educación, por ejemplo) que manifestaron su preocupación porque durante la pandemia sus hijos aprendieron poco en relación a otros años. En Salta, un grupo conformado por padres, docentes y directivos realizó el sábado pasado un abrazo simbólico al edificio del excolegio Nacional en reclamo de que se garantice la vuelta a las clases presenciales en 2021. Cánepa le dijo a este diario que el regreso será por agrupamientos y que la bimodalidad (presencial y virtual) continuará lo que ya generó inquietud. En enero se planea la vuelta a la presencialidad de las escuelas rurales con régimen de verano, aunque todavía no se dieron a conocer los detalles.
