Taxistas y remiseros vuelven a reclamar soluciones a la AMT

Choferes de remises acampan frente a la Legislatura en contra de los dueños de licencias. Los conductores de taxis exigieron a los diputados no sumar más autos a su sector.

Remiseros y taxistas rodearon ayer con sus vehículos la Legislatura, para manifestar reclamos de larga data de ambos sectores del transporte impropio de la capital salteña que tienen un solo destinatario: la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT).

Por un lado, en la parte trasera de la “Casa de los Leones”, en calle Zuviría, taxistas pertenecientes a distintos grupos gremiales, movilizados por los dirigentes Alfredo Carrizo y Raúl Saldaño, presentaron un petitorio al presidente de la Cámara de Diputados, Esteban Amat, para que no se avance con la posibilidad de sumar las licencias de los remises a la modalidad de los taxis, como trascendió la semana pasada.

Otro pedido fue que se exija a la AMT controles eficaces sobre el transporte ilegal, incluido a los remises que operan de manera informal levantando pasajeros en las calles y no con el servicio de “puerta a puerta”, como es el modo que tienen habilitado para operar a través de agencias de remises.

“No puede ser que en época de cuarentena no tenemos ni para comer por la competencia desleal de los remises que operan de manera ilegal”, reclamó Carrizo.

Los taxistas partieron por la mañana en una caravana desde la terminal de ómnibus hasta la Legislatura y provocaron un caos vehicular en distintas partes del centro de la ciudad.

Del otro lado

Los remiseros se apostaron con sus autos al frente del palacio legislativo provincial, sobre calle Mitre, convocados por la Unión de Conductores de Remises y Afines de Salta (Ucras). Allí montaron campamento con los vehículos y advierten que no se irán hasta que tengan soluciones a sus reclamos o que el gobernador Gustavo Sáenz se comprometa a ayudarlos.

Ese sector de trabajadores también viene padeciendo por el colapso del sistema de transporte de pasajeros en la ciudad, que se agravó y se hizo más evidente en la crisis que desató la pandemia del COVID-19.

Desde hace años denuncian los contratos leoninos que padecen de parte de las agencias de remises, que son las dueñas de las licencias con las que trabajan los choferes.

El principal pedido es liberarse de esa dependencia: que se adjudiquen las licencias de remises directamente a los conductores profesionales.

Hay 53 agencias de remises en la ciudad que están a cargo de unas 1.700 licencias. Esos permisos para trabajar se alquilan entre $3.700 y $5.000 por semana a los remiseros, según afirmaron desde Ucras. Esos números millonarios del negocio pueden explicar el paso de los años sin ninguna solución para los remiseros, que se consideran explotados.

El titular de Ucras, Sergio Salinas, afirmó a este diario que una salida sería convertir a los remises en taxis. Reconoció que eso traería aparejado un conflicto con los taxistas, pero recordó que ya de hecho los remiseros trabajan como taxis, porque en las agencias no les proveen viajes.

“Es una realidad que nos vemos obligados a operar como taxis para poder subsistir, pero desde la AMT y los políticos prefieren ver para otro lado”, dijo Salinas.

A todo esto, en la sesión de Diputados de anoche, la legisladora por Capital, Silvia Varg de Noi, hizo un llamado a la AMT para que se “arremangue” y se ponga a trabajar en una solución que evite “la pelea de pobres contra pobres” que va escalando entre taxistas y remiseros.

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